lunes, 1 de noviembre de 2010

FEDERICO BALART


«SOLEDAD»

Cuando abatido dejo mi casa

y al campo salgo, triste y sombrío,

tal vez me quedo mirando al río,

tal vez me quedo mirando al mar:

Como esa linfa que pasa y pasa,

fueron mis dichas y mis venturas;

como esas olas mis amarguras,

que van y vienen sin descansar.

Mudo y absorto, solo y errante,

ya en mí se cifra mi vida entera ,

nadie se cuida, nadie se entera

de los suspiros que al viento doy.

Ya no me queda ni un pecho amante

que con sus penas mis penas junte,

ni un dulce labio que me pregunte

de dónde vengo ni adónde voy.

Nadie ve el duelo que mi alma llena;

mis negras dudas a nadie fío;

todas mis fuerzas embarga un frío

que al fondo llega del corazón;

y a solas paso mi amarga pena,

y a solas vivo y a solas muero,

como en la nieve muere el cordero

que entre la zarza dejó el vellón.

4 comentarios:

  1. La soledad, esa eterna amiga que se ha de cultivar y de la que se ha de huir a la vez. Gestionar la soledad forma parte del arte del crecimiento personal...
    Un abrazo

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  2. la soledad algunas veces es buena y muchas veces es mala....lo que vale es sosegar las penas y restablecer el animo.
    buen poema.

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  3. Belisimo. Una fascinacion el su blog.Avasalador. Estoy ti chamando a visitar mi blog, y si posible seguir juntos por eles. Estoy ti esperando lá
    Abrazos de verdad

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  4. tan alegre y cultivada,
    mi soledad...
    Feliz Día de la Poesia...-_-♥...!!!

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